miércoles, 28 de septiembre de 2011

Fíbulas, algo más que un adorno

Refiriéndose a él como "broche" (delg), muchos textos medievales irlandeses describen minuciosamente este objeto de adorno, fabricado en bronce, plata e incluso oro, con piedras preciosas y esmaltes incrustados, y que brillaba sobre el pecho de soldados, generales y héroes diversos para sujetar su capa. A punto de partir para su última batalla, Cúchulainn agradece a su ca capa que le haya dado un signo. Se queja por lo contrario de la enemistad del broche que le ha caído de la mano y le ha atravesado el pie. Parece, sin embargo, que el broche, casi siempre descrito como una joya de valor, no haya sido más que un símbolo del lujo en el atuendo propio de la casta guerrera.
Los numerosos descubrimientos en la Galia, en Britania y en todo el antiguo territorio bajo influencia céltica, son obviamente objetos de adorno ricamente decorados (máscaras, espirales, motivos derivados de la palmeta, cabezas cortadas, triskeles, esvásticas, etc.) en oro, en plata o en bronce (con incrustaciones de ámbar, coral o esmaltes); se encuentran generalmente en las sepulturas, por pares.
Es más bien el objeto representado por la fíbula el que tendría propiamente significación; ésta se ligaría, como un voto o un poder, a la persona que porta la fíbula. Se le atribuye a veces el sentido de un símbolo de protección y, por derivación, de virginidad o fidelidad. Doce fíbulas de oro sujetaban el chal en el cual Penélope se envolvía como en una capa (peplos).
En la Gran Kabilia las fíbulas simbolizan a la mujer (SERP. 251-252) y, en consecuencia, la fecundidad. Se podría uno preguntar si la fíbula que hiere a Cúchulainn no es precisamente el amor de una mujer y si el broche,  ornado como una joya, no es el símbolo del amor, que une y hiere a dos seres.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Delfín: el amigo del hombre. Agua y transfiguración

Diversos son los simbolismos adjudicados al delfín. En la tradición griega, los piratas que se embriagan tras haber atado a Dionisos al mástil de su nave caen al mar y son transformados en delfines. El delfín se convierte en símbolo de regeneración. Su imagen se podía ver junto al trípode de Apolo, en el santuario de Delfos. Es también símbolo de la adivinación, de la sabiduría y de la prudencia. Estas cualidades, junto a su alta velocidad de desplazamiento, lo convierten en señor de la navegación: también se le representa a menudo como Poseidón, con un tridente o un áncora.
Los delfines eran honrados como dioses en la Creta prehelénica. Apolo se encarna en un delfín, según el himno homérico, par abordar las costas de Crisa, que le abren la ruta de Delfos.

En el arte griego, el hombre se representa a menudo cabalgando sobre un delfín. Este animal sagrado desempeña, sin duda, un papel destacado en los ritos funerarios, donde aparece como psicopompo, o ser que tiene la propiedad de conducir las almas hacia los territorios de ultratumba. "Los cretenses creían que los muertos se retiran al fin del mundo en las islas de los Bienaventurados, y que unos delfines los transportan sobre su lomo hasta su morada de ultratumba" (Defradas). Plutarco nos describe el viaje de Arión transportado y escoltado por delfines, que lo salvan de la amenaza de los mariones que se aprestaban a matarlo. Arión se arroja al mar: "pero, antes de que su cuerpo se haya sumergido del todo, unos delfines se precipitan abajo y lo levantan, llenándolo primero de inquietud, de incertidumbre y de agitación. Pero la soltura... el gran número de ellos... el aire benévolo... la velocidad de los delfines... hacen que él experimente, según dice, no tanto el temor de morir y el deseo de vivir, como la ambición de verse salvado, para aparecer como un favorito de los dioses y recibir de ellos una gloria inalterable (Banquete de los Siete Sabios, 17-18). Este relato es rico en símbolos de diáfana interpretación: Arión pasa de este mundo agitado y violento al mundo de la salvación inmortal, gracias a la mediación de los delfines. Nada tiene de sorprendente que Cristo Salvador haya sido representado más tarde en la forma de un delfín. De un modo más psicológico y ético, el relato indica también el paso de la excitación y de los terrores imaginativos a la serenidad de la luz espiritual y la contemplación, por mediación de la bondad (la inmersión salvadora, la soltura, el aire benevolente de los delfines, etc.). Se perciben aquí las tres etapas de la evolución espiritual: predominancia de la emotividad y de la imaginación; intervención de la bondad, o del amor y del sacrificio; iluminación en la gloria de la paz interior.
La leyenda evocada al comienzo confirma esta interpretación del delfín como símbolo de conversión. Dionisos, que ha tomado un barco para ir a Naxos, se apercibe de que los marinos se dirigen hacia el Asia, para venderlo sin duda como esclavo. Entonces "transforma los remos en serpientes, llena el navío de hiedra y hace retumbar el son de flautas invisibles. Paraliza el navío con unas guirnaldas de viña y con tal arte que los piratas enloquecidos se precipitan al mar, donde se convierten en delfines. Esto explica que los delfines sean amigos del hombre y se esfuercen en salvarlo durante los naufragios, pues son piratas arrepentidos" (GRID, 127)

lunes, 22 de agosto de 2011

Talismanes. Su poder y su gloria


¿Qué sabemos de los talismanes? Se nos antojan piezas mágicas capaces de realizar cambios prodigiosos en quienes los llevan, ¿Será verdad?
Pues lo es, para muchos. Algo que funciona desde hace milenios es porque realmente ha causado beneficios, pues lo que no funciona no perdura. Las modas son pasajeras, Lo que funciona es atemporal y sobrevive a los tiempos.
Tal vez los más legendarios talismanes sean lo Pentáculos  del rey Salomón. Se dice que le fueron iluminados por el mismo Jehová, y que el éxito que cosechó en su vida y la sabiduría y riquezas adquiridas, fueron gracias a símbolos mágicos que le fueron revelados y que el convirtió en sellos mágicos.
También tenemos los sellos de Moises, otro "Gran mago " de la Historia. Moises poseía una serie de símbolos mágicos que se dice eran muy poderosos y que le permitieron hacer multitud de milagros entre el pueblo judío a quien liberó de los egipcios y guió a la Tierra prometida.